¡Eran los años 70!
Por aquel entonces, los niños de mi edad, ajenos a la tecnología digital, oíamos hablar de un Jesús revolucionario.
Una tendencia denominada "Teología de la Liberación". Originaria de aquella hispanoamérica que conocíamos a través de "Los 300 millones" de TVE, la cual se presentaba como una revolución política, del pueblo indígena oprimido, en vez de una revolución espiritual.
Una interpretación marxista de la palabra de Jesús, contra la explotación y las injusticias del mundo.
Según la referida Teología, ante la falta de oportunidades era necesaria una liberación ecómica, política, social e ideológica en aquel lejano mundo.
Y es que, cada uno, a lo largo de estos dos milenios, ha hecho de la figura de Jesús un traje a su medida.
Desempolvando las estanterías de casa, hallé una serie de libros cuya información me gustaría compartir con vosotros.
La referencia más sorprendente a Jesús aparece en una obra monumental. Antigüedades Judías, escrita por el historiador Flavio Josefo, que vivió desde los años treinta hasta final del siglo I d.C.
En la lista que hace Josefo de los nacionalistas y agitadores judíos del siglo I menciona a Jesús y a su hermano Santiago, que llegó a ser el dirigente de la Iglesia de Jerusalén.
Por desgracia el texto que ha llagado hasta nosotros muestra signos de haber sido remodelado por los escribas cristianos, presentandose así:
"Por esta época vivió Jesús, un hombre sabio, si se le puede llamar hombre. Fue autor de obras sorprendentes y maestro de los hombres que acogen la verdad con placer y atrajo no solamente a muchos judíos, sino también a muchos griegos. Él era el Cristo. Y, aunque Pilato, instigado por las autoridades de nuestro pueblo, lo condenó a morir en cruz, sus anteriores adeptos no dejaron de amarlo. Al tercer día se les apareció vivo, como lo habían anunciado los profetas de Dios, así como habían anunciado estas y otras innumerables maravillas sobre él. Y hasta el día de hoy existe la estirpe de los cristianos, que se denomina así en referencia a él."
Tras ser revisado y "limpiado", por numerosos investigadores, de las dudosas frases agregadas, el texto origial podría ser el siguiente:
"Por esta época vivió Jesús. Autor de obras sorprendentes y maestro de hombres que acogen la verdad con placer, y atrajo no solamente a muchos judíos, sino también a muchos griegos. Y, aunque Pilato, instigado por las autoridades de nuestro pueblo, lo condenó a morir en cruz, sus anteriores adeptos no dejaron de amarlo. Y hasta el día de hoy existe la tribu de los cristianos, que se denomina así en referencia a él...
Y por el mismo (tiempo de Jesús) ocurrió otra cosa terrible (héteron ti deinón) que causó gran perturbación entre los judíos (griego: ethorýbeei toùs ioudaíous)..."
En el capítulo 20 se menciona indirectamente a Jesús al relatar la muerte de su hermano Santiago:
"Ananías era un saduceo sin alma. Convocó astutamente al Sanedrín en el momento propicio. El procurador Festo había fallecido. El sucesor, Albino, todavía no había tomado posesión. Hizo que el sanedrín juzgase a Santiago, el hermano de Jesús, [llamado Cristo]y a algunos otros. Los acusó de haber transgredido la ley y los entregó para que fueran apedreados"
El historiador, Plinio el Joven (62-113 d.C) describe en una carta al emperador Trajano:
“Nunca he estado en presente en un interrogatorio a un cristiano. Por tanto, no sé hasta donde llegan los castigos que se les imponen, ni las razones por las que se les abre una investigación… Yo les ha preguntado si son cristianos, y si así lo admiten, repito la pregunta una o dos veces más, mientras les advierto el castigo que les espera. Si insisten, ordeno que se les ejecute; porque sea cual sea la naturaleza de su admisión, considero que una testarudez y obstinación así deben ser castigadas… También declararon que de lo único que son culpables es de lo siguiente: reunirse regularmente –un día fijado- antes del alba cantar a Cristo como si fuese un dios, y también dar su palabra de abstenerse de robar, adulterar… Esto fue lo que me hizo sospechar y querer descubrir la verdad detrás de todo esto, así que mandé torturar a dos esclavas, a las que ellos llaman diaconisas. No encontré nada más que una secta degenerada hasta extremos extravagantes”
Suetonio (70-122 d.C) escribió, en una lista, las actividades realizadas por Nerón:
"...Bajo éste [su reinado] se reprimieron y castigaron muchos abusos, dictándose reglamentos muy severos [...]
Nerón infligió suplicios a los cristianos, un género de hombres de una superstición nueva y maligna..."
Otro historiador romano, Tácito (55-117? d.C), refiere en su Anales (15,44) que cuando el emperador Nerón (que gobernó desde el 41 al 54) fue sospechoso de haber incendiado Roma, culpó a los cristianos de ello y los castigó duramente. Tácito escribe:
"Ni la ayuda humana, ni la munificencia imperial, ni todas las formas posibles de aplacar al cielo podían acallar el escándalo ni disipar el convencimiento de que el fuego había sido obra suya (es decir, de Nerón). Por ello, para desmentir el rumor, Nerón señaló como culpables y castigó con la crueldad más refinada a una clase de personas, detestadas por sus vicios, a las que la multitud llamaba cristianos. Cristo, de quien viene el nombre, había sufrido la pena de muerte bajo el reinado de Tiberio, tras haber sido condenado por el procurador Poncio Pilato, y aquella perniciosa superstición se había detenido temporalmente, para volver a estallar de nuevo no sólo en Judea, donde surgió este mal, sino también en la Capital misma, en la que habían confluido y encontrado gran aceptación todos los hechos horribles y vergonzosos del mundo. Así, pues, primero fueron arrestados los miembros confesos de la secta; después, en sus declaraciones, muchos miembros fueron convictos, no tanto del delito de incendio, sino por su odio a la raza humana. Y entregaron su vida en medio del escarnio: fueron cubiertos con pieles de animales salvajes y despedazados por perros, o atados a cadáveres e incendiados como lámparas nocturnas cuando caía la oscuridad. Nerón había ofrecido sus jardines para tal espectáculo y lo exhibió también en su circo, mezclándose con la multitud en traje de auriga o subido en su carro."
No cabe la menor duda de que Jesús, llamado el Cristo, vivió a principios del siglo I en las regiones de Galilea y Judea.
Hoy, en este jueves plomizo, evoco aquel poster y ese texto, cuyo autor nadie llegó a conocer, que tanta admiración y respeto me hizo sentir por aquél que dijo de sí mismo ser "El Hijo de Dios".
tez morena, barba y cabellos al estilo hippy,
cicatrices en las manos y los pies.
Se acompaña de leprosos, mendigos, perseguidos
y una banda de 12 incondicionales.
Escandaliza a las masas con frases tan revolucionarias como:
"Amaos los unos a los otros" y
"Perdona a tus enemigos".
Si lo encuentras,..., sigue sus huellas"
Nada ha cambiado, los mismos Fariseos lo jalean para después crucificarlo. Es como la vida misma votas al PSOE por que te imaginas que defiende al obrero y al poco tiempo que tas cuenta que se vende a los impresentables chorizos de siempre que roban el dinero de los pobres para quedárselo ellos. Nada cambia. Ahora la USO más necesaria que nunca.
ResponderEliminar¡Claro que existió! Lo colgaron en un madero, y si volviera a nacer lo fusilarian, ya que hoy día hay más chorizos y más refinados que antes.
ResponderEliminarHay tanta mierda en los gobiernos y ayuntamientos del mundo que la verdad cuanto más calladita esté mejor
¡QUE RECUERDOS! YO TENIA UN POSTER IGUAL EN MI CASA ¿ALGUIEN PUEDE DECIRME QUE PASÓ CON LOS CURAS MARXISTAS DE LA LIBERACIÓN EN SUDAMÉRICA?
ResponderEliminar¿OS ACORDAIS CUANDO DECÍAN QUE JESÚCRISTO FUE EL PRIMER COMUNISTA Y LO COMPARABAN CON EL CHÉ?
¡COMO PASA EL TIEMPO!
¿Puede alguien decirme qué día salen las procesiones infantiles?
ResponderEliminarMi hermana tenía ese poster de jesús de Nazaret en la habitación. Lo he buscado por todas partes para comprarlo. Ella murió en esa época.Sí...finales de los 70. Hoy me ha mandado la foto una amiga y me ha dejado una mezcla de melancólico y contento.
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